Soy mujer

Cuando en Argentina comenzó a darse el debate socio-político sobre la identidad de género, nació en mí la necesidad de redefinirme. Busqué en la poesía  una manera de decir que soy mujer, que me siento bien con las características de género y que el vínculo con el hombre me da el placer más sensual.    Por estas experiencias rescatadas de la intimidad escribí las poesías que siguen:

Embestida

Ahí estás
erguido, vigoroso
frente a mí.
¡Ah! tus besos ahebrados
diezman con ahinco  mi pudor
de norte a sur.
¡Ah! La piel ahervorada
presiente el triunfo de tus armas.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Ahoyas con señales
cada zona conquistada.
Haces tuyo mi aliento ahilado.
Ahitas las cumbres,
los valles y llanuras.
Y ahora
este aherrojamiento.
¡Ah! ¿Quién está más prisionero?


Anclaje
Llegas hasta mí en pleamar
para darme el bálsamo
de tu boca anhelada.
Buena labor has hecho
en tu última bogada. 
Sabías de mi sed
y has venido en pleamar
a tocar mi boca aldaba.
Hábil, sujetas tu balso fuerte
a esta bita que te aguarda
bisoña, abismada.
Llegas
y en la proximidad adivino
que ansiosos latidos 
me nombraron a babor.
¡Bienvenido, balandrista!
Suelta el ancla.
Quiero libar, posesa,
la bebida dulce, bonancible
que ignora Babactés.


Interjección

_¡Ah!
_¿por qué?
_Porque tus labios,
hado que puja irresistible cualquier escrúpulo,
y tus ojos halagüeños, se hacen hato si me voy.
¡Ah! Respuesta haplóloga que simplifica el diálogo
entre tu hálito y el soplo suave de mi boca.
Digo ¡Ah!, hombre bien hallado,
que sacias la  constante halomanía,
cuando, hablista, me llamas hacia el hacho más cercano
donde gozo del mar de tus caricias, hasta el hartazgo. 
Si insisto en decir ¡Ah!
es porque la hamaca en que me meces,
hecha de esa dura madera de aliso
crecido en terreno húmedos,
ha alcanzado el halo de colores pálidos 
que ves reflejados en mi haz.
Si vuelvo a decir ¡Ah!, es que está cayendo harija blanco
en mi hábito de amante, haber de granos nuevos
de mi tierra haza, tierra labrantía.
 Y si no puedo callar el último ¡Ah!
es porque, una vez vencida la facultad del habla en harakiri,
el bien y el mal descansan sobre el placer hastial.


Construcción

Cómo eludir el diseño
que ofrece la piel
amante
si pone en las manos empeño
de edificarnos con miel
ligante.

El instinto nos desbasta
tiernamente la razón
a cincel
para ser arcilla blanda,
albañiles, pisón y esparavel.

A través del zarandillo
va cayéndome tu aliento
fresco
y te une a mi destino
en argamasa vital
mi beso.

Sobre escaleras de brío
asegurás con ejión
tu paral
ahí, en el mechinal mío
 para fratasar pasión
y encalar.

Cómo decir lo que hacemos 
si el idioma de la piel
amante
tiene por planos, deseos
don y goce por nivel
constante.


Ritmo Vital

Esta calma aparente
desvela un ritmo dormido.
Anda plácido, ataca,
cala,escala,salta.
halla,canta y calla.

Tic de espera, un tic tac.

Un deseo inarticulable 
crece compás a compás
y todo vuelve a empezar.

Me atraviesa el tiempo
y te presiento marcado
poblado de vetas circulares
donde giro rítmica
en tic tac matemático,
con táctica y estrategia.

Este pulso espasmódico
en dos tiempos cardíticos.
Tiempo de calma y litigio.
Tic tac de arma y desarme. 
Táctica y estrategia
magnética práctica logística.

Besos
en auténtico tacto lingüístico,
con hermético taco intersticial.
Me vienes tic, te voy tac. 
Soy tic, sos tac nominal,
musitación tácita onomástica
tic tac, tic tac, tic tac